En esta lectura el autor se propone dar una explicación de donde surge una concepción del mundo. En la primera parte de la lectura, comienza por señalar que una “concepción del mundo no es un saber, no es un conocimiento en el sentido en que lo es la ciencia positiva. Es más bien una serie de principios que dará razón de la conducta de un sujeto”. En otras palabras, a lo que el autor se refiere, es que una concepción del mundo se refiere a la conciencia que se tiene de la vida cotidiana que puede ser interpretada, como también lo señala el autor, en términos de principios o creencias. En general, esta explicación, se podría decir, parte de la premisa de que cada cultura tiene por sí misma una concepción del mundo construida desde la sociedad de la misma. Cada cultura y sociedad tienen principios basados en conductas, costumbres y creencias en común lo cual da origen a lo antes dicho, una concepción del mundo en particular. Es decir, cada cultura tiene un sentido de la vida humana, de lo que es la muerte, la existencia o la inexistencia, la espiritualidad que sea la causa del mundo
Así mismo, Sacristán explica que la concepción del mundo está ligada directamente a ciencia positiva, ya que dentro de esta relación dentro de ambos aspectos, las concepciones sueles presentar credos religiosas-morales dentro de un sistema filosófico. El sistema filosófico, a su vez, presenta una pretensión de dar un razonamiento a las ciencias positivas. Por lo antes dicho, el autor afirma que “la concepción del mundo quiere ser un saber, un conocimiento real del mundo con la misma positividad que la de la ciencia”.
De igual manera, se puede decir que el conocimiento implica un argumento analítico, deductivo y probabilitario. Tiene una relación directa con la ciencia por el simple hecho de conocer, ya que éste orilla a investigar.
En la segunda parte de la lectura, Sacristán habla de la concepción marxista del mundo. En este apartado, se presentan, por un lado, el materialismo dialectico, que se enfoca al análisis reductivo, y, por otro lado se encuentra el materialismo histórico como postulados principales de las teorías, y en este caso, concepciones marxistas. Ante esto, cabe mencionar que el materialismo, por ser el pilar fundamental del marxismo postula que le mundo debe explicarse por sí mismo, lo que da lugar a la concepción marxista del mundo. Esta concepción tiene como objetivo entender concretamente, de igual manera, el análisis reductivo el cual se basa en la “eliminación de factores irracionales en la explicación del mundo, la cual procede a través de un reducción analítica de las formaciones complejas y cualitativamente determinadas a factores menos complejos y homogéneos cualitativamente, con tendencia a una reducción tan extrema que el aspecto cualitativo pierde relevancia”. Con lo antes dicho se puede decir que la concepción marxista en sí tiene una relación con la ciencia positiva que se menciono anteriormente en tanto ésta realiza el principio del materialismo a través de lo que el autor llama una metodología analítico-reductiva.
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